Miedo Colectivo

 




Las campanas nunca sonaron sonrientes
suenan furiosas
mentirosas de fervor
suenan furiosas y lejanas
Dejan ese sabor de temor en la boca
taquicardia inducida
insanidad quizás adquirida.

Nos creyeron sordos
nos gritaron amores fantasma
nos cubrieron de escalofrios la piel

No hay nada triste en eso.

Sólo un colectivo
hablando bajito
a boca tapada

De religiones insignificantes
de lucha de serpientes
de colores
¡Verdades envenenadas!

Nos creyeron ciegos
nos contaron de un amor que no ve.

Le apagaron la luz al disfrute y sus desastres
Y...entre ayeres, viejos templos
y nuevos cuerpos danzantes vamos tanteando.