domingo, 2 de enero de 2011

Y el violín sonará sin fin


27 de mayo de 2010 Erupción volcán de pacaya, Guatemala.

Aún cuando me perdí el cielo escupiendo fuego
las nubes lloviendo rojo
un par de risas de un par de amigos
El corazón hoy me sonríe por mi decisión!

Me volví un poco más yo
mirándome de afuera
desde la vereda
donde se suicidaron
mis espejos...

Me volví un poco más de mí
jugando con la soledad que creyó tener alas
para huir, no sabía que la guardo
entre mis versos favoritos de un libro
en el lado del corazón donde de vez en cuando
mis antepasados y yo desempolvamos violines
y suenan dulce y nostálgicos

Se es joven una sola vez
aunque a la niña también la guarde
juega con agua e inocencia todas la mañanas
se asoma a la ventana por las noches
y sale a amar cuando se lo pido.

Se es joven una sola vez
y ahora juego con ideas y convicciones
como sables...

Flotando en fuerza y olor que exuda la piel
Paz en cada sien
y mi curiosidad sale a pasear en bicicleta

Mi Dios no tiene nombre pero le rezo
para que la niña no sea imprudente
ni ingenua, que no salga cuando no se lo pida.
Que la soledad no juegue con los chayes de espejismos
Y me adentre en espectros
porque no me dejaré envolver por el miedo...


Amenazo: tengo un sable brillando en los ojos
.

3 comentarios:

A do outro lado da xanela dijo...

Por muchos años de esa dulce música de violín.

Muchos años más.

Beso!

AnaM.M.N dijo...

Al final,del poema, entreleo unos sentimientos a la defensiva.Me han gustado la fuerza de las imágenes.

Un saludo

Allek dijo...

hola como estas? después de algunos meses de ausencia he regresado con un Tornado..
te dejo un fuerte abrazo!